LAS BIBLIOTECAS, AL ALCANCE DE TODOS

Hasta hace apenas unos años, visitar algunas de las mejores bibliotecas del mundo era un privilegio al alcance de aquellos que podían permitirse semejante inversión de tiempo y dinero. Hoy, el desarrollo de la informática y la expansión de Internet han permitido que el conocimiento se democratice al punto de que cualquier usuario de la web puede visitar, entre otras, las bibliotecas del Instituto Cervantes, la Nacional de Francia y la de la Unión Europea sin moverse de su casa, a golpe de clic.
Esto significa, ni más ni menos, que buena parte de la literatura de la humanidad empieza a estar disponible para cualquiera, en cualquier momento y en cualquier lugar.
Internet no necesariamente representa una utopía del conocimiento, pero en la vastedad de su océano hay islas cuyo paisaje se parece mucho al de la globalización del saber.
Su impacto dependerá de las inquietudes del usuario. El impulso que las bibliotecas digitales han cobrado en el último tiempo marca un nuevo desafío para aquellos de veras interesados en descubrir los grandes tesoros de la cultura universal.
Es así que tenemos:

Internet no es una utopía del conocimiento, pero estas bibliotecas digitales cumplen el sueño de Borges: transformar el mundo en un libro. O mejor dicho, recorrer el planeta como quien se mueve por un libro, a través de la navegación por la Red. Muchos libros, mapas y documentos históricos están al alcance de cualquier usuario; aunque tal vez hoy no se la vea en toda su dimensión, hay pocas noticias tan buenas como ésa.